Nos hacemos eco de la carta que hemos recibido del padre Ángel de la Parroquia de la Asunción de Córdoba.
Buenos días, María José, me pongo en contacto contigo para que, por favor, si no te importa, animes a los más cercanos a ti en la campaña de CÁRITAS de mi parroquia, Ntra. Sra. de la Asunción de Córdoba.
Te escribo porque siento la necesidad de hablar en nombre de los más necesitados.
A nivel personal te diré que es el mayor desastre que he conocido en mi vida. Se trata de familias sin ahorros, que viven al día, que no estaban asegurados y algunos ni siquiera contratados; son limpiadoras, camareros, gente que se ha dedicado a hacer «chapuzas» y, como no, en este grupo están también aquellos a los que se les ha aplicado un ERTE… En fin, la realidad es que están literalmente «con una mano delante y otra detrás» a día de hoy; con dos o tres hijos, con hipoteca, préstamo de coche y, como puedes imaginar, sin esperanza, pues no saben hasta cuándo vivirán en estas circunstancias ¿Y sabes qué? Ellos buscan a los curas, llaman a la Iglesia a pedir de manera desesperada, llorando; son gente muy normal, que de la noche a la mañana se han quedado sin nada. Muchos de ellos no han cobrado en marzo ni en abril y a otros muchos, les pasará lo mismo en mayo.
Un hombre soltero de 63 años me llamó a la 1 de la tarde y me dijo: “Don Ángel, hoy no tengo ya nada para comer ¿puede usted hacer algo por mí?”. Terrible. Lo sufro cada día de manera indecible (134 familias pidiendo ayuda). Esto que te cuento es la auténtica necesidad en la puerta de al lado. ¡Esto no sale en la tele!
Cada gesto o donativo, por pequeño que pueda parecer, es un bien inmenso. Recuerdo estos días cuando Jesús dijo que quien diera un vaso de agua en su nombre no quedaría sin recompensa. Lo que puede parecer poco es un todo para estas familias.
También te digo, por supuesto, María José, que se ve mucho bien en situaciones así. Yo doy gracias a Dios por hacerme testigo de tanto bien en las personas.
En mis diálogos con los que los que lo están pasando mal, con los voluntarios de Cáritas, en mis visitas a supermercados, al ayuntamiento, en las negociaciones con propietarios e inquilinos, con bancos y deudores, veo muchísimo más bien que mal, veo más bondad que maldad. Soy testigo de que, con la ayuda de Dios y la colaboración fraterna, todos queremos aportar lo mejor.
Te confieso que no hay día que no llore, bien de pena al ver algunos casos de pobreza, enfermedad o alguna muerte, bien de alegría al recibir llamadas y noticias de fraternidad sencillas, pero edificantes.
Lo que puedas hacer, Dios te lo pagará y te lo agradecerá.
Te agradezco muchísimo tu ayuda y te mando un abrazo fuerte,
Puedes dar mi móvil a quien lo pida, 637309986, o el teléfono de la Parroquia 957466116.
Cuenta parroquia la Asunción. Parque Figueroa
ES04 2100 5742 9902 0000 1429
Bizum, pincha en donación: número 38335.
Deja una respuesta